MICAH P. HINSON

              Domingo 22-4-2018 
              20:00h (apertura de puertas)
              15€ anticipada (www.movingtickets.com, Discos Ámsterdam, Harmony Discos); 19€ taquilla.

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En un principio uno siente la tentación de definir a Micah P. Hinson como heredero natural de la poesía infinita de Bob Dylan, el solemne lirismo del que siempre hizo gala Leonard Cohen, o el drama sobrecogedor transmitido por Nick Drake o Jeff Buckley; también podríamos resaltar su importancia en la actual escena folkrock (siendo él muy superior, en cuanto a letras y composiciones, a otros compañeros de generación como Bon Iver o Iron&Wine). Aunque,en realidad, todo es más sencillo, solo es necesario escuchar la música de Micah P. Hinson para saber que cada nota,y susurro, contiene esa clase de magia que ha hecho del rock el arte más emocionante creado por el ser humano.

La juventud de Michael Paul Hinson estuvo repleto de momentos difíciles, drogas y visitas a la cárcel, pero tras la larga tormenta el músico vislumbró un nuevo amanecer cuando la discografía Sketchbook Records le fichó para grabar “Micah P. Hinson and the Gospel of Progress” (2004), su primer disco. Durante su creación el grupo texano The Earlies tuvo un papel fundamental dando brillo a las increíbles composiciones: “Beneath the Rose” tiene la fragilidad de una tarde lluviosa de domingo, mientras que “Close Your Eyes” enamora con una sección de cuerdas que roza lo celestial, y “Don´tyou” (Part 1 & 2) se revela como una mini opereta rock que comienza sosegada, y contemplativa, y acaba con un estallido repleto de fastuosa energía. Temas como “The Possibilities” (un ensoñador reverso del “Where is My Mind” de los Pixies), “Patience”, “I Still Remember” o el precioso vals de “Stand in My Way” siguen certificando, hoy en día, la certera agudeza a la hora de crear canciones que Micah P. Hinson ya poseía al principio de su carrera, y que desarrolló en sus siguientes discos.

Durante una década Micah P. Hinson ha ido enriqueciendo su discografía con valientes trabajos que no dudan en adentrarse en cierta experimentación sonora: hemos podido disfrutar de valientes proyectos como “Lights from the Wheel house” (4AD, 2006), un ep firmado junto a John Mark Lapham de The Earlies (y bajo el sobrenombre de The Late Cord) en el cual se fusionan sonidos acústicos y electrónicos, o “Broken Arrows” (Bronson Recordings, 2015)que nos presenta una serie de composiciones bañadas en elementos psicodélicos. Sin embargo el lado más fascinante, y cautivador, de su producción musical lo encontramos en discos del calibre de “Micah P. Hinson and the Opera Circuit” (Sketchbook, 2004) o “Micah P. Hinson and the Red Empire Orchestra” (Full Time Hobby Records / Houston Party, 2008). En el primero se reunió con una docena de músicos (entre ellos Eric Bachman de los Arches of loaf) para dar a luz canciones de singular belleza llenas de arreglos de cuerda y viento (“Seealmost imposible”, “She Don´t Own Me”, “Little Boys Dream”), mientras que en el segundo podemos apreciar cierta luminosidad melódica en muchos de sus temas, de esta forma nos encontramos con un “Come Home Quickly, Darlin’” que habrían firmado los Beach Boys de haber surgido en plena época del grunge, o ese “WhenWe Embraced” que transita por terrenos folk cogido de la mano del Cat Stevens más campestre. La influencia de Bill Callahan o el Elliott Smith más pop respira alrededor de los acordes repletos de cariño, y serenidad, que pueblan “Tell Me It Ain´t So” y “I Keep Havin´ These Dreams” aunque, por otra parte, “Sunrise Over the Olympus Mons” guarda en su interior un emotivo ejercicio de íntimo romanticismo.

Su siguiente álbum, “Micah P. Hinson and the Pionner Saboteurs” (Full Time Hobby, 2010),demostró que el músico de Tennessee también es capaz de abrazar cierto espíritu noise cuando se lo propone, y con sorprendentes resultados: “2´sand 3s” recuerda a los Wilco más heterodoxos (con unas gotitas de Pavement), “The Returning” tiene un pie en el post rock de Tortoise, y “Watchers, Tell Us the Night” nos hace levitar con su pop distorsionado navegando entre Stereolab y los Rentals. Sin embargo “Micah P. Hinson & theNothing” (Talitres Records, 2014) supuso un cambio de registro total que llevó a nuestro hombre a Santander para grabar trece composiciones de folk arrastrado que, a su vez, le cantan a emigrantes rusos que desean volver a su patria (“Sons ofthe USRR”), se dejan envolver por el country más dulce (“Love, Wait for Me”, “There´s Only One Name”,) o despliegan un honkytonk perfecto para bailar, con la persona que amas, mientras están cerrando el bar y las luces se encienden (“The Same Old Shit”).

Micah P. Hinsonvolverá a Valencia para presentar su más reciente Lp, “Micah P. Hinson presents The Holy Strangers” (Full Time Hobby, 2017), y podríamos afirmar que también es el  más ambicioso planeado por el músico: en esta ocasión se nos narra la vida de una familia a través de una ópera folk que ha ido cocinándose a fuego lento durante dos años. Las canciones que la integran sirven como hilo conductor mostrándonos la cara más cruda de la guerra u otras tragedias (asesinatos y suicidios), pero también desplegando pequeños momentos llenos de luz y esperanza. Por supuesto es imposible no emocionarse cuando uno escucha “Oh, Spaceman” (una dulce nana que el músico ha dedicado a su hijo) o no sentir las almas de Johnny Cash y Woody Guth revoloteando en cada una de las notas de “Lover´s Lane” y “The Lady from Abilene”, como tampoco podemos resistirnos a perdernos entre los fascinantes claroscuros que nos presentan las melodías de “The War” o “The Last Song”; por no hablar de ese “Micah Book One” que parece rendir tributo a nuestros fantasmas internos con la misma sensación agridulce que tan bien sabe expresar Tom Waits.

El 16 Toneladas Rock Club será el lugar elegido para reencontrarnos con el músico nacido en Memphis: una buena oportunidad para volver a sentir en directo toda esa extraña magia que emana de las canciones de Micah P. Hinson. Su extraordinario folk rock de espíritu indomable te espera sobre el escenario. (Pep Giménez).

MICAH P. HINSON

Se ha escrito de él que estamos ante el Leonard Cohen del indie. Ha ido ascendiendo del estatus de desconocido absoluto al de figura emergente de moda (con su primer disco), de ahí al de icono de culto (con el segundo) después al de artista consolidado (con el tercero, de 2008) y, finalmente, al de estrella con todos los honores (desde entonces a esta parte). Ha trascendido los límites de la escena alternativa -sin perder su aura emblemática en ese mundo- para calar sin problemas en el ‘mainstream’ receptivo con las anomalías.

Oriundo de Memphis pero residente en Abilene (Texas) desde temprana edad, se mueve por la herencia del folk-rock clásico y la tamiza con la forma de entender la angustia y la calma de su generación. Su biografía goza de episodios intransferibles y ha sido escrita desde el lado salvaje de la adolescencia estadounidense, salpicada de estancias en prisión y relaciones difíciles con los estupefacientes, el amor y la salud. De ahí emana el carácter catártico de sus composiciones, que han absorbido el dolor que soportó para rehabilitarse y dejar eso atrás y, a partir de 2008, la tranquilidad de quien ha superado el trance. De ahí también procede el componente redentor de sus directos.

En la primavera de 2014 publicó su séptimo LP, “Micah P. Hinson & The Nothing”. Un disco en el que, tras la recopilación de rarezas ‘Micah P. Hinson And The Junior Arts Collective’ (2012), distribuida con la revista ‘Rockdelux’, el de Memphis gira hacia sonoridades propias del porche delantero de una granja poco transitada, con ambientaciones adaptadas a una hipotética segunda parte de “O Brother, Where Art Thou?”.

En 2015 realizó la gira del 10º aniversario de su álbum de debut, “Micah P. Hinson And The Gospel Of Progress” (2004), una obra que ya deslumbró en su día (sobre todo a partir de 2005, cuando empezó a despuntar) y que mantiene toda su vigencia. También ese año, el mes de mayo, publicó el disco “Broken Arrows”, casi por entero instrumental y entre la psicodelia y el sonido western, que firmó conjuntamente con su amigo y colaborador T. Nicholas Phelps.

En septiembre de 2017 llegó su sucesor, “Micah P. Hinson Presents The Holy Strangers“, una moderna ópera folk que, en palabras de su autor, recorre la vida de una familia “extendiéndose por todos los extraños y gloriosos lugares a los que te dirige la vida (…) “vivimos con ellos, morimos con ellos”. Un trabajo de dos años de elaboración y catorce canciones, escrito y grabado en Denison (Texas) desde una perspectiva analógica, y que solo ha entrado en la era digital al llegar al proceso de premasterización.

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