POPA CHUBBY + TIJUANA BLUES

              Miércoles 15-3-2017
              21:30h (apertura de puertas)
              18€ anticipada (www.movingtickets.com, Ámsterdam, Harmony, L’Espai Musical); 22€ taquilla

poppa-chubby-okkk

COMO PEZ EN EL AGUA

Peces Siluriformes. Es la categoría dentro de la que, según la ciencia, se engloba al Pez Gato, peces de agua dulce que van alimentándose de cualquier cosa comestible que recogen sus enormes bigotes. Y no es casual que la leyenda del blues neoyorkino, una auténtico animal de la guitarra como Popa Chubby haya elegido el nombre de este otro animal para titular a su nuevo disco. Groove a la guitarra y un ritmo de lo más funky. Así es como arranca “Going Downtown See my Ol Gal Sue” la canción con la que abre The Catfish, con el que lleva ya la friolera de treinta discos en sendos años de carrera. ¿Y qué tienen que ver el groove o el funky con el blues?, pregunta desde el fondo de la clase algún purista despistado. La respuesta es que Chubby incorpora tanto estas influencias como el reggae, jazz, o el rock ‘n’ roll más primitivo y salvaje al blues que ha mamado toda la vida, y que de hecho ha ayudado a evolucionar. Chubby ha bebido del blues más clásico del sur de los Estados Unidos, el tradicional de pata negra, para trasladarlo a su ciudad natal, Nueva York, y aportarle así un contexto urbano, convirtiéndose en el máximo exponente de lo que se ha venido a conocer como “New York City Blues”. Este gigante del blues en todos los sentidos, tan abierto de miras como ancho de espaldas, absorbe todo tipo de influencias a su alcance presentes en la ciudad más cosmopolita del universo conocido. Y si no va a lo seguro en cuanto al plano musical, en lo que respecta a las letras tampoco vive de tópicos anclados en el pasado. “Motorhead saved my life”supone un fabuloso y sentido homenaje a Lemmy, otro gigante tristemente desaparecido en fechas recientes; “Blues for Charlie”, un homenaje a la revista de humor francés Charlie Hebdo, y por extensión a todas las víctimas de atentados que ha sufrido París durante los últimos años. Como viene siendo habitual durante su discografía, Chubby no rehúye la realidad social más peliaguda, aunque, ¿qué otra cosa se puede espera de un tío cuyo nombre en el argot del blues significa “erección”? De postre, para demostrar que no deja de lado sus raíces, versiones del “Bye, bye Love” de los Everly Brothers, en plan instrumental, y del “C’mon in my kitchen” de Robert Johnson, el padre de este invento tan de puta madre que es el blues, al que nunca podremos llegar a agradecerle lo suficiente que, en aquel lejano cruce de caminos, vendiese su alma al diablo a cambio de poder tocar la guitarra como nunca antes la había tocado nadie.

Sin lugar a dudas, el último álbum de Chubby es otro discazo facturado por un músico que, aún con un sonido fácilmente reconocible, se mueve como pez en el agua entre diferentes estilos y huye de las etiquetas como de la peste, tal y como él mismo declara: “sí destinas tu tiempo a etiquetarte y describirte ante los demás, lo que eres es una gran estafa.”A ver quién tiene huevos de llevarle la contraria.

Y ejerciendo de teloneros sobre el escenario de 16 Toneladas, pasamos de una pieza clave en el blues de Nueva York o otros elementos fundamentales en el blues de la ciudad de Valencia, los Tijuana Blues, grupo formado en 2012 que orbita alrededor de la figura de su guitarrista Javier Tijuana. Javier lleva en activo en la escena bluesera desde hace casi treinta años a través de diferentes formaciones como los Blues Power o Little Freddie & The Tijuana Jukes, trasladando a Valenciael blues pantanoso practicado a orillas del Mississippi, de los estudios Sun en Memphis o el blues polvoriento y fronterizo de Texas.

En definitiva, una noche para esa música basado en unos cuantos compases que tocados sin feeling no son nada, y que no entiende de fronteras ni de color de piel, ya que, como le dijo el maestro Muddy Waters a Eric Clapton poco antes de fallecer: “Si has amado y has perdido, estás preparado para el blues”.

 

POPA CHUBBY

A Popa Chubby se le apoda el Rey del Blues de Nueva York, y lo cierto es que se sienta merecidamente en ese trono. El blues que practica Popa Chubby es cosmopolita, como la propia Nueva York, y dialoga con otras músicas callejeras, como el rap, el hip-hop y el rock. Este nativo del Bronx creció escuchando a Otis Redding, Wilson Pickett y Jimi Hendrix, y más tarde se empapó de Led Zeppelin, Johnny Winter y Rolling Stones.

A los 19 años, se le descubrió un nuevo mundo cuando devoró todos los discos de los tres King: Albert, B.B. y Freddie. Todas esas influencias se advierten en la música de Popa Chubby, que tiene una imponente presencia en escena y un sonido avasallador. Ha tocado en prácticamente todos los clubs de Nueva York, empezando por el histórico Manny’s Car Wash, y luego se convirtió en un ídolo en Europa, donde con frecuencia aparece en portada de las revistas especializadas en la guitarra. Sus letras tienen a menudo un tono de crítica social, especialmente las de su disco Peace, Love and Respect, publicado poco después de empezar la guerra de Irak.

Sus primeras influencias musicales las recibió de un jukebox (máquina de discos) junto al que se reunían los adolescentes del barrio para escuchar música soul y R&B de los años 60. Desde aquel momento hasta hoy, la influencia de Otis Redding, Wilson Pickett, Aretha Franklin y Marvin Gaye está muy presente en la música de Popa. Además, sus padres eran auténticos fans del R&B y poseían una gran colección de elepés.

A los 6 años empezó a tocar la batería y un año más tarde su padre le llevó a un espectáculo en el Madison Square Garden en el que tocaba el gran Chuck Berry, quien se convirtió en el ídolo de Popa. A los nueve años, al morir su padre, el pequeño Ted se va a vivir con sus abuelos y decide aparcar su amor por la batería definitivamente. En los años 70, Popa empieza a escuchar mucho blues y rock. Sonaban por la radio Johnny Winter, Led Zeppelin y los Rolling Stones. Y con 16 años coge su primera guitarra.

En los años 80, Popa trabaja como músico, para sobrevivir es capaz de tocar cualquier estilo de música gracias a su formación musical. En 1984, mientras jugaba al baloncesto en el Central Park de Nueva York, conoce al cantante y compositor Pierce Turner, con el que firma para RCA Records. Ambos coincidían en su amor por Otis Redding y Jimi Hendrix. El resultado de su colaboración fue un álbum titulado The Sky and The Ground, producido por Turner.

En 1990 nace Popa Chubby Band. El nombre artístico fue tomado de una canción de Bernie Worrell, uno de los miembros fundadores del rock psicodélico de los 70 y del grupo de R&B denominado Parliament-Funkadelic: “Estaba cantando una canción titulada Popa Chubby y me señaló directamente a mí. El nombre capturaba la esencia de la música que representaba: Popa Chubby significa, básicamente, excitación, hacer sentir a la gente que está viva, y ésa es la base de mi música”.

En el corazón de su estudio, situado en un sótano, utiliza su talento para mezclar blues, jazz, rock, funk, soul y rap hasta obtener un nuevo estilo de música denominado New York City Blues, del que Popa Chubby es el líder por excelencia. Se caracteriza por ser una música urbana, cruda y auténtica.
Popa Chubby inició su carrera como músico independiente al crear su propio sello discográfico, denominado Popa Chubby Productions, en el que no sólo produce sus propios discos, sino también a numerosos artistas neoyorquinos.

El gran Theodore “Ted” Joseph Horowitz, alias, Popa Chubby, vuelve al ruedo musical con su trabajo “THE CATFISH” (2016), donde además del eterno guiño de los sangrientos sucesos de Paris, también observamos un tributo total a Lemmy, en clave de rock sucio, donde habla del amor que tenía por un grupo. Un gran trabajo de este bluesman, que lleva más de 30 álbumes a sus espaldas, y que destaca por darnos su mejor versión en muchísimos años. Manejando diversos estilos, como es el blues, el jazz, el rock, el funky o el reggae, nos destapa el tarro de las esencias con este gran cd, donde lo que prima es la calidad de todo el trabajo.

TIJUANA BLUES

A finales de los 80, el guitarrista Javier Tijuana formó la banda Blues Power, a la que siguió El Mero Güero en los primeros 90 inspirada en los primeros discos de Jimmie Vaughan con los Fabulous Thunderbirds, Anson Funderburgh, Duke Robillard, Ronnie Earl, Magic Sam o Buddy Guy. Los TIJUANA BLUES son la continuación natural, conjunto en el que saqueando las mejores piezas del Blues de la Chess de los primeros 60, el sello Excello de Louisiana, el Rhythm´n´Blues de Junior Parker o Bobby Bland y el Hardcore Soul de James Carr, aderezado con Tex-Mex fronterizo.

https://javiertijuana.bandcamp.com/album/thunderbird-motel

ver +PROGRAMACIÓN