EILEN JEWELL

Domingo 9 Junio 2024
19:30h (puertas) /20:00h (concierto)
Entrada anticipada 16€(+gg) (movingtickets.com); 19€ taquilla (Venta en taquilla sujeta a disponibilidad)

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EILEN JEWELL

“Dicen que las cosas tienen que empeorar antes de poder mejorar”, reflexiona Eilen Jewell. “Y durante un tiempo, todo empeoró”. 

En el lapso de unos pocos meses, Jewell vio cómo su matrimonio, su banda y lo que parecía su carrera entera se desmoronaban, y después de la desgarradora sucesión de tragedias, la cantante y compositora, totalmente destrozada y conmocionada en su cabaña perdida en las montañas, no estaba segura de si algún día volvería a hacer música. 

“Hasta ese momento, simplemente había seguido la corriente y dejado que las fuerzas externas dictaran el rumbo de mi vida”, explica Jewell. “Perder tanto y tan rápido me obligó a entender qué era lo que realmente importaba. Me hizo darme cuenta de que sólo tengo una vida y que más valía que me pusiera al volante si quería aprovecharla al máximo”.  

Con Get Behind The Wheel, su noveno álbum de estudio, Jewell hace precisamente eso al sentarse firme en el asiento del conductor a la vez que recoge los pedazos que han quedado y va encontrando un nuevo propósito por el camino. Coproducida por el mago multiinstrumentista Will Kimbrough (Todd Snider, Hayes Carll), la colección lleva la mezcla de raíces vintage característica de Jewell a un ámbito más psicodélico con espaciosos arreglos cinematográficos que complementan sus reveladoras exploraciones sobre dolor, pérdida, resiliencia, y redención. Por eso, la mezcla de elementos del rock temprano y el rockabilly con el country y el soul de la vieja escuela, así como la interpretación atemporal de Jewell -cuya voz pasa sin esfuerzo de una intimidad desprotegida a una aterradora frialdad- hacen que las actuaciones de la banda sean realmente electrizantes. Así, el resultado es el álbum más audaz de Jewell hasta la fecha, una poderosa obra de alquimia artística que transforma el dolor en un auténtico renacer creativo. 

“Nunca había querido hacer algo que únicamente se regodease en su miseria porque eso no es lo que yo saqué de toda esta experiencia”, dice Jewell. “Mentiría si dijera que no fue difícil, pero sobreviví y salí mucho más fuerte y más en sintonía conmigo misma, y ese es el viaje que quería plasmar en estas canciones”. 

Aclamada como “una de las voces más intrigantes, creativas y con carácter de Estados Unidos” por American Songwriter, Jewell construyó su carrera a la antigua usanza, haciendo giras sin descanso con espectáculos en vivo de los que convierten a los no iniciados en seguidores férreos al instante. A lo largo de casi dos décadas de gira, la cantante de Idaho ha recorrido los EE. UU., Europa y Australia en innumerables ocasiones, tocando en una lista interminable de festivales y fechas propias, además de compartir cartel con artistas como Lucinda Williams, Loretta Lynn, Mavis Staples, Wanda Jackson, George Jones, Emmylou Harris y The Blind Boys of Alabama. Rolling Stone elogió la “escritura astuta” de Jewell, mientras que NPR declaró que tiene “una voz dulce y clara con un instinto asesino acechando bajo la brillante superficie”, y The Washington Post sopesó que “si Neko Case, Madeleine Peyroux y Billie Holiday tuvieran una hija que terminase liderando una banda de rockabilly, probablemente sonaría mucho como Eilen Jewell”. 

“Estoy segura de que desde fuera todo parecía muy divertido y emocionante”, reflexiona Jewell, “pero llegó un momento en el que empecé a sentirme atrapada en una vida que no era la mía y comencé a beber demasiado para escapar de todo el estrés”. 

Cuando la pandemia del COVID-19 paró las giras y las grabaciones, en casa las cosas ya estaban llegando a un punto de ruptura, y Jewell y su esposo de aproximadamente una década decidieron poner fin a su relación. 

“Mi marido también era mi batería y mi manager“, explica Jewell, “así que sentí como si lo hubiera perdido todo de golpe “.  

Poco después murieron inesperada y prematuramente varios amigos cercanos y familiares, por lo que Jewell se encontró de repente en medio de un período de transición e introspección dolorosísimo. Dejó su casa en Boise para mudarse a una pequeña cabaña en las montañas de Idaho, donde se sumergió profundamente en la meditación. Caminó durante horas por la naturaleza para evitar la constante amenaza de ataques de pánico y en una búsqueda de claridad en medio del caos empezó a experimentar con la psicodelia. 

“Cuando estoy pasando por algo importante, empiezo a escribir por instinto”, dice Jewell, quien empezó a documentar su viaje a través de letras y melodías. “No pensé que podría hacer otro disco, pero necesitaba escribir de todos modos por la propia catarsis”.  

Las canciones demostraron ser de las obras literarias más finas, fascinantes y llenas de matices de la carrera de Jewell, algo con lo que su exmarido está de acuerdo. 

“A él también le encantaban las canciones”, explica Jewell, “y al final decidió volver a la banda como mi manager. Siempre hemos trabajado bien juntos y se nos da muy bien lo de ser padres separados, así que cuando llegó el momento de grabar, creo que todos estábamos emocionados de volver a algo que parecía normal”.  

Esa emoción es palpable en Get Behind The Wheel, que comienza con la cruda y melancólica Alive”. La canción de tiempos lentos pasa de un susurro a un rugido áspero mientras se deleita en una completa reinvención. “Tienes que ponerte al volante / Tienes que conducir”, canta Jewell por encima de una guitarras feroces. “Nena, ¿cómo te sientes? / Me siento tan viva.” Como gran parte del álbum, la canción forcejea con el anhelo, la tristeza, la libertad y una determinación feroz que se revuelven debajo de la piel. La mordazLethal Love” aborda el lado oscuro del romance, mientras que la agridulce “You Were A Friend Of Mine” contempla la pérdida y el arrepentimiento, y la conmovedora “Come Home Soon” encuentra una nueva fe en el poder de la conexión humana. 

“Solía ​​pensar que era ermitaña por naturaleza”, reflexiona Jewell, “pero en los últimos años he tenido algunas experiencias realmente profundas con completos desconocidos que me han hecho darme cuenta de lo importantes que son los vínculos que compartimos con otras personas. Todos somos criaturas sociales intentando encontrar un hogar, y nos necesitamos unos a otros para eso”.  

Tales revelaciones ayudan a evitar que el álbum caiga demasiado en la desesperación. La divertida “Winnemucca”, por ejemplo, abraza una alegría sincera, mientras que Crooked River” encuentra una esperanza en la posibilidad de un nuevo comienzo, y la soñadora Silver Wheels and Wings” se libera de las trampas del yo para dar luz a un tesoro espiritual escondido.  

“Hace poco me comprometí con alguien a quien conozco desde que era pequeña”, dice Jewell, “y creo que eso es una gran parte de lo alegre de este disco. Claro que hay mucha pesadumbre y pérdida, pero también hay mucha esperanza, amor y redención. Hay un fénix resurgiendo de las cenizas”.  

Las cosas tuvieron que empeorar antes de poder mejorar, y para Eilen Jewell, parece que lo mejor aún está por llegar. 

 

 

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