THE REZILLOS

              Jueves 8-3-2018 
              21:30h (apertura puertas)
              14€ anticipada (www.movingtickets.com, Discos Ámsterdam, Harmony Discos); 17€ taquilla.

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Si hay algún estilo dentro del rock que desde el mainstream se empeñan en dar por muerto cíclicamente es el punk. Acostumbra más que a sobrevivir, a reptar por las catacumbas, en salas de conciertos y en garitos de buen malvivir, entre cerveza, sudor, salvajismo a ritmo de pogo y berridos surgidos desde lo más profundo del esfínter humano. Afinar es de cobardes, más de tres acordes es jazz, y es normalmente escarbando en las catacumbas cuando uno puede encontrar propuestas interesantes más allá de los nombres clásicos del género. Mientras el fenómeno hervía en una olla a presión a punto de estallar en las humeantes y peligrosas calles de Nueva York y entre la neblina de Londres a la puta hora del té durante aquel lejano 1976, ¿qué se cocía mientras tanto en la vieja Escocia? Hartos del folk de gaitas y de comer haggis, aunque probablemente de whisky hasta las cejas, unos estudiantes de la Escuela de Arte de Edimburgo deciden subirse al carro del estilo que supuso una bendita patada en la cara del amuermante rock sinfónico y de los dinosaurios del rock de estadios. The Rezillos tomaron su nombre de un bar que aparecía en un comic de The Shadow. Y no solo se inspiran en cómics, sino que también incorporan la ciencia ficción y el cine de serie B como parte de su iconografía, lo que conforma la parte visual de un grupo que se distancia de la crítica social o el nihilismo de algunos de sus contemporáneos, llevándoles a emparentarse tanto con grupos de la vieja escena beat como con los de la incipiente escena New Wave. El éxito de su single de debut“Can’t Stand my baby” (que contaba con “I wanna be your man” de Lennon/McCartney como cara B) les lleva a firmar por Sire, discográfica de los Ramones o Talking Heads, con la que editan en 1978 su primer álbum, Can’t Stand The Rezillos, grabado en Nueva york, considerado hoy en día uno de los álbumes clásicos de la primera hornada del punk británico. Sin embargo, las tensiones sobre la dirección a seguir no tardan en aflorar en el seno de la banda, que se disuelve tan solo cuatro meses después de la salida del álbum.

Hasta ahí, otra historia de una banda punk que traza su carrera según los cánones: surgir rápidamente de la nada, ponerlo todo patas arriba, y desaparecer con la misma rapidez dejando tras de sí un bonito cadáver. Sin embargo, decididos a no caer en el olvido, la banda retoma la actividad en 2001, y no es hasta catorce años después, en 2015, cuando editan su segundo álbum, Zero, en el que si dejar de lado la esencia de su sonido, si que lo actualizan con guitarras más cercanas al power pop o incluso por momentos al grunge. Aunque el tiempo no pasa en balde, la marca de la casa sigue intacta: pildorazos de tres minutos de pura energía.

THE REZILLOS

Surgidos en la época punk pero practicantes de un excitante y desgarrado pop, estos escoceses basaban su música en el desarrollo de un potencial sonoro similar al de los Ramones, recuperando sonidos pretéritos expuestos con los frenéticos ritmos de su contexto.

The Rezillos se formaron en 1976 en la ciudad de Edinburgo. Estaban integrados por el cantante Eugene Reynolds, la vocalista Fay Fife (también en aportaciones vocales contaban con el apoyo de Gale Warning), el guitarra líder Luke Warm, el guitarra rítmico Hi-Fi Harris, el bajista Dr. D.K. Smythe y el batería Angel Patterson.

Tras comenzar versionando a gente como The Dave Clark Five o The Sweet en clubes como el Roxy, lograron en 1977 un gran éxito con el single “I can´t stand my baby”.

La formación escocesa, de la que luego surgieron The Revillos, estuvo activa entre 1976 y 1978 para, posteriormente, regresar a los escenarios en 2001. Su principal éxito a finales de los 70 fue la canción “Top of the Pops“, sobre el mítico programa musical de la BBC, el cover de “Somebody’s Gonna Get Their Head Kicked In Tonight” o “Flying Saucer Attack“.

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