THE REVEREND PEYTON’S BIG DAMN BAND

              Miércoles 17-5-2017
              21:30h (apertura puertas) 
              12€ anticipada(www.movingtickets.com; Ámsterdam; Harmony); 16€ taquilla

 

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VUELTA A LAS RAICES

Que levante la mano cualquiera de los presentes que no se haya visto en la situación de haber dicho últimamente, ante cualquier novedad discográfica “esto ya lo he oído antes”, o bien “Esto suena a…” El revisionismo está a la orden del día. Escuchamos en los tiempos que corren multitud de bandas, de todos los géneros, estilos y pelajes, que reviven, reciclan y actualizan sonidos de otras épocas fácilmente reconocibles por los aficionados de cierta edad. Pese a que los departamentos de promoción de las discográficas, a través de las publicaciones musicales, traten de vender a las bandas de nueva hornada como unos verdaderos revolucionarios que poco menos que han descubierto la fórmula de la Coca Cola (aviso: una cosa es la información y la crítica, y otra la publicidad encubierta), la realidad es que poco hay de nuevo, viejo, bajo el sol. De hecho, también es frecuente que cuando una banda demuestra la personalidad suficiente como para librarse del peso de la modernidad autoimpuesta, y se acerca más a la raíz de aquello que realmente quiere contar, cantar y tocar, cuando bucea hasta el meollo del estilo que ama, es cuanto más suele disfrutar el lector con su escucha.

Desde luego, el blues tampoco se ha librado de esta tendencia revisionista, que algunas de las más conocidas bandas actuales practican con mayor o menos fortuna. The Black Keys, The White Stripes, Seasick Steve, o sin necesidad de irnos tan lejos, bandas como Guadalupe Plata, Crudo Pimento se han dedicado, a lo largo de los últimos tiempos, a reivindicar un género que ya cuenta con prácticamente un siglo de antigüedad. Más que un género, pues teniendo en cuenta que de él nacieron el jazz y el rock, y de ellos, la practica totalidad de géneros posteriores, bien podríamos estar hablando de la piedra roseta de la música popular anglosajona del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Un género que nació  tocado por descendientes de esclavos en los terrenos polvorientos y agrestes de la América profunda, forjado a base de guitarra, voz, alguna armónica ocasional, y sobre todo, toneladas de feeling. Algo que sin duda le sobra al caballero que hoy nos ocupa.

La música de la banda del Reverendo Peyton no solo se fija en la reinterpretación del blues desde su variante puramente musical, sino que más que dirigirse a la raíz, se la come a dentelladas, y revive aspectos e instrumentaciones que ya parecían condenadas a permanecer sepultadas bajo el peso de la historia. Desde Indiana nos llega una banda cuyo cantante realmente parece tener la voz de un predicador que la América profunda rogando por la salvación de nuestra alma, para salvarnos de las llamas del infierno a través del blues, sin tratar de obviar los matices góspel siempre presentes en su música, y es que no en vano a través de su trayectoria también han llegado a grabar un disco homenaje a ese genero espiritual con el que inevitablemente vive hermanado el blues (The Gospel Album, 2007) . El líder de un trío que emula aquellas grabaciones originales realizadas con medios precarios en los lugares más insospechados, pues han grabado algunos de sus discos en el interior de iglesias (The Whole Fam Damnly, 2008), o bien, como en el caso de su álbum más reciente, en el porche de su casa (Front Porch Sessions, 2017). Una banda que, a la postre, y para acabar de rematar, utiliza instrumentos de la música tradicional popular norteamericana como la tabla de lavar, cubos de metal como percusiones o guitarras de los años treinta del siglo pasado en las que el Reverendo suele tocar las líneas de bajo con el pulgar, a la vieja usanza. 16 Toneladas tiene por tanto el placer de presentar todo un espectáculo tanto para la vista como una delicia para los oídos: una banda que revive y recrea, conservando las esencias y con la mayor exactitud posible hoy en día, los sonidos y matices de un género que cambio la historia de la música para siempre. Tan solo te queda a ti, desdichado pecador, salvarte de la condenación eterna a base de música celestial el próximo miércoles 17 de mayo en 16 Toneladas. Si te mueres y no te salvas, te devolvemos el dinero.

THE REVEREND PEYTON’S BIG DAMN BAND

De la parte más meridional de Indiana viene THE REVEREND PEYTON’S BIG DAMN BAND tocando la fibra de la cultura musical más profunda de América: Delta Blues y Hillbilly se combinan con fervor en un afilado alambre de  púas. Este trío es una fuerza de la naturaleza muy a tener en cuenta. EL gruñido de un buen motor de camión y la pasión del origen junto con una extraña habilidad para dar nueva vida a las formas viejas y todo ello mezclado con una ética del trabajo férrea que mantienen a este trío en la carretera durante más de 250 días al año, tocando por todo el mundo con la fuerza de un huracán.

Su nuevo álbum Between The ditches es reflejo de todo esto. Con reputación de banda incendiaria en directo La BIG DAMN BAND se propuso hacer un álbum que capturase la misma esencia de sus conciertos. Grabado en White Arc Studio en Bloomington Roaring el álbum ha sido producido por Paul Mahern (John Mellencamp, Iggy Pop) y masterizado por Brian Lucey (Black Keys, Dr. John, Shins)

La primera vez que Peyton se introdujo en la música fue a través de la colección de discos de su padre con una clara orientación Blues-Rock. A los 12 años su padre le regalo una guitarra Kay y un amplificador  Gorilla una vez que supo tocar. Más tarde se enamoraría de los blues de entreguerras y de artistas como Charlie Patton con su estilo incofundible de dedos y su ritmo percutivo.

Estas son algunas de las increíbles cosas que sobre THE REVEREND PEYTON’S BIG DAMN BAND:

“…El gemido Mississippi reencarnado de tipos como Son House … en un alma corpulenta para castigar a los sentidos con un ataque Deltapunk y una fuerte ración de realismo rural. No se puede ignorar el evenagelio de su Big Band de Damn “-. Elmore

“Lo último de Big Band Maldición del Reverendo Peyton, Between The ditches  es, en definitiva, toda una revelación. Un increíble trabajo manufacturado , una explosión controlada de talento, el alcance y la profundidad de la música de raíz interpretada por el trío es notable “-. American Blues roots scene

Cuando Keith Richards escuchó por primera vez las grabaciones de Robert Johnson preguntó “¿Quién es el otro chico tocando con él? “Por supuesto que no había ninguno. Cuando uno escucha las canciones de Between The ditches es muy difícil de creer que se trata de una sola guitarra.

Su talento incendiario se consolido desde las condiciones más duras. La desgracia golpeó el Rev. desde el principio con una dolencia que se pensó crónica en sus manos que le impedía  tocar la guitarra. Los médicos le dijeron que no había esperanza para él. Sin embargo persevero y encontró a alguien que si accedió a tratarle y tras pasar por el quirófano Peyton comenzó a recuperarse. Fue durante su convalecencia donde conocío a Breezy que se convertiría en su mujer y en el ritmo incasable y tribal a su lado. Tocando con fe ciega su tabla de lavar.

Completando el trío esta su primo Aarón Persinger en la batería. “Él es un metrónomo humano”, dice el Rev. Persinger da un nuevo siginificado al blues primitivo tocando un cubo de plástico de 5 galones como timbal base.

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