Jueves 11-5-2017
21:30h (apertura de puertas)
15€ anticipada (www.movingtickets.com, www.onetwotix, Ámsterdam, Harmony); 19€ taquilla.
MAGIA Y REDENCIÓN
Pensemos por un momento en la típica biografía de un chaval de veintipocos que triunfa en los circuitos alternativos con su primer disco. Una de las posibles situaciones posteriores es que el éxito venga acompañado de alcohol, drogas, problemas con la justicia, acabar arruinado o incluso, si nos ponemos truculentos, una temporadita en la trena. El problema con Micah P. Hinson es que el cantautor de Memphis ya había vivido todo eso incluso antes de la salida de su primer álbumMicah P. Hinson and The Gospel of Progress (2004). Grabado en Manchester, su álbum de debut dejó boquiabierta a la escena independiente del momento. ¿De dónde había salido aquel tipo de aspecto frágil y voz profunda? Micah P. Hinson viene de ese bar a la hora del cierre al que cantó Tom Waits, de la estirpe de esos perdedores entre rejas ante los que actuaba Johnny Cash, de la parte oscura del alma en la que parece vivir instalado Nick Cave. Si aquel álbum de debut resultaba sobrecogedory contenía verdaderas gemas atemporales como “Beneath The Rose” o “The Days Texas Sank to the Bottom of the Sea”, resultaba poco menos que una utopía pensar que la continuación de aquel disco pudiese estar a la altura de su predecesor. Pero no solo lo estuvo, sino que lo superó.
“Dijeron que mis sueños nunca se iban a hacer realidad, pero parece casi imposible lograrlo” reza la letra de “Seems Almost Impossible”, canción con la que abre Micah P. Hinson and The Opera Circuit (2006). Pero no solo sus sueños se cumplieron, sino que más de una década después, sigue siendo su álbum de más éxito hasta la fecha. Planteado sobre una base eminentemente acústica, sobre la que van entrando y saliendo los toques justos de violines, instrumentos de viento, piano o algún arranque inesperado de electricidad, es un disco tan amargo en sus textos como dulce en sus melodías. Un disco que no solo confirmaba y aumentaba el buen sabor de boca de su disco de debut, sino que dejaba asentadas las bases de sus discos posteriores. Un disco de alguien que ya había vivido demasiado, demasiado deprisa, que ya había tocado fondo, y que cuando ya parecía haberse hundido en la autodestrucción, encontró en la música una forma de salir del pozo y enderezar su vida. Tal vez cuando otros músicos de rock and roll hablan del lado oscuro lo hacen tirando de tópicos manidos, pero las canciones de Hinson, a través de su voz dolorida en ocasiones, desgarrada en otras, pero siempre hipnótica, destilan autenticidad a lo largo de cada una de sus notas. “Si te soy sincero, creo que en este nuevo disco he puesto más de mí mismo que en el anterior – confesaba el cantautor en una entrevista de la época – es más ambicioso”.
Un disco que además tuvo que grabar sumido además en un insoportable dolor físico, debido a un golpe en la espalda por el que tuvo que ser operado y que le hizo convivir con opiáceos, ansiolíticos y demás fármacos para tratar de calmar el dolor. “Estar tanto tiempo tumbado me permitió pensar mucho en el disco y trabajar las canciones…Mi novia de aquel momento me ayudó a colocar micrófonos en la habitación, vinieron amigos y empezamos a grabar, tocando en vivo y capturando solo primeras tomas. Cuando escuché las maquetas, supe que, si intentaba grabar los temas de nuevo, no tendrían el mismo sonido ni la misma carga emocional. Sí, diría que el disco simplemente ocurrió de un modo muy natural.”
Han pasado más de diez años de la publicación de aquel álbum, desde el que ha pasado a ser considerado por meritos propios uno de los gigantes de la música popular del nuevo milenio. Pero por mucho que haya llovido, la magia de esas canciones sigue ahí, intacta, al alcance de quien quiera escucharlas. Y por eso la sala 16 Toneladas tiene el placer y orgullo de presentar a Micah P. Hinson interpretando de nuevo en directo un álbum que no solo justifica una carrera, sino toda una vida. Y es que como decía Martin Luther King, “Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado.”. Y el amor por la música, añadiríamos nosotros.
La gira aniversario conmemorativa de su disco más notable pasará por la Sala 16 Toneladas
No te pierdas esta primavera la nueva serie de conciertos de Micah. P.Hinson. Una breve gira aniversario de su disco de mas éxito “Opera Circuit” que cumple 10 años.
Michael Paul Hinson es un excepcional cantautor estadounidense de “americana”, música tradicional como country, folk, blues… comparado Johnny Cash o Wilco. Nacido en el año 1981 sorprendió a todos con “Micah P. Hinson and the Gospel of Progress” que ha tenido una excelente acogida del público y la critica. Este artista muy querido en España, ahora vuelve con una breve gira aniversario de su disco de más éxito “Opera Circuit” que cumple 10 años.
“Empieza suspendido en el aire, con el trovador tejano estirado en la cama, la espalda hecha trizas, y “Seems Almost Impossible” barnizando la noche con esa melodía importada directamente de los años cincuenta. A Richard Hawley le ha salido competencia. Parece imposible, sí, pero unas cuantas notas bastan para percatarse: ‘Micah P. Hinson And The Opera Circuit’ es mejor que ‘Micah P. Hinson And The Gospel Of Progress’ (2004). Mucho mejor. Un paso de gigante”. Así empezaba en 2006 la reseña en ‘Rockdelux’ del segundo disco de Micah P. Hinson. No fue la única reacción a ese nivel que hubo entonces, desde luego. Puedes leer alguna más al final de este texto. Diez años hace ya de la salida de aquel álbum, el que en España convirtió al estadounidense en un icono de culto. Tanto que hasta le sirvió para encabezar el festival itinerante ‘Rockdelux Music Weekend’. Luego, con los años y los siguientes discos, llegaron la consagración y una relación estable con nuestro público, que se ha mantenido durante una década. Pero aquel fue el gran chispazo y toca recordar con todos los honores su country-folk de muchos quilates, donde había tanta madurez “Diggin’ A Grave” como ternura (“Jackeyed”), tanto de Lambchop (“Little Boys Dream”) como de Dylan (“She Don’t Own Me”).
“He de reconocer, sin embargo, que la gran virtud de Hinson es parecerse a los buenos vinos. Su voz añeja nos envuelve con murmullos folk y alientos de soul. ‘Drift Off To Sleep’, con el chelo meciendo su voz, ‘Little Boys Dream”’ con esos violines de postal navideña y chimenea en el hogar, y ‘Don’t Leave Me Now’, la hermosa balada fúnebre que culmina el disco, nos acercan también a la música clásica. Micah P. Hinson And The Opera Circuit es grande. Mucho” (Plataforma 21)
“Pero escuchando discos como este ‘And The Opera Circuit’ uno tiene que evadirse de cualquier interferencia externa y volver los ojos a ese país que ha sido la cuna de la mayor parte de los estilos musicales de todos los tiempos. Una nueva revolución llega, y es que esta forma de transformar la música que realizan tanto Micah P. Hinson, como Sufjan Stevens o Lambchop no puede quedar en un hecho aislado y olvidado” (NTS! Webzine)